jueves, 20 de mayo de 2021

Comentario valorativo sobre la novela: «El cetro del Tahuantinsuyo» del escritor Alejandro Hernández y von Eckstein. Por Prof. Lic. Flora Aquino

 

Comentario valorativo sobre la novela

 «El cetro del Tahuantinsuyo» del escritor Alejandro Hernández y von Eckstein

Por prof. Lic. Flora Aquino

Imagen de la portada (Edición 2019)


“Es mil veces mejor lo que esboza nuestra mente con la lectura,

 que la visión óptica que construye el hombre” F.P. Aquino.


En la novela del prolífico escritor, Alejandro Hernández y von Eckstein puede apreciarse lo fantástico de la mente humana, como bien lo dice al iniciar la narración: «La mente es la más poderosa y eficiente máquina del tiempo, con ella podemos viajar a cualquier época o lugar con solo desearlo». Es cierto que la mente puede ser como una máquina que puede transportarnos a dónde queramos, pero poco puede hacerse si es que no desarrollamos la capacidad de la imaginación.

Ahora bien, la novela inicia con el viaje realizado por un escritor a la emblemática ciudad del Machu Picchu. El encuentro con el que sería su guía, Yupanqui, hace que él sea arrebatado al pasado. Inmediatamente el tiempo cambia y la historia se sitúa a finales del Imperio Inca.

La naturaleza juega en todo momento un papel transcendental para que el personaje pueda lograr su cometido. Dentro de lo exuberante de la misma el transcurso de la aventura se vuelve cada vez más peligrosa.

Personajes históricos convergen con una única finalidad, guiar al escritor para que cumpla con su destino y pueda mantener a salvo el Centro del Tahuantinsuyo.



Lo fantástico y maravilloso converge frente a los ojos de nuestro personaje principal, incluso esto se da desde el momento en el que él viaja en el tiempo y se observa un acontecimiento inverosímil y difícil de aceptar.

El libro se vuelve cada vez más intenso y emocionante a medida que va llegando al clímax y el desenlace. El recorrido a través de las 104 páginas se transita de manera cautelosa y detallada pues la riqueza del lenguaje y los datos históricos incluidos hacen que uno deba repasar constantemente el norte en la brújula literaria.

En cuanto a la intencionalidad comunicativa, este es un libro que nos deja enseñanzas, valores, nos ayuda a preciar la cultura, la historia de un pueblo, nos anima a no olvidar nuestras raíces, como se cita en el mismo libro: “ la integración real y moderna de los pueblos no debe cimentarse sobre la base de la riqueza y el intercambio de esta, sino sobre la historia común de sus habitantes, el respeto a las demás, a su cultura, al mundo y a la vida que sobre, debajo y encima de él se desarrolla”, y es así, el respeto a la vida, la cultura y la historia debe primar por sobre todo.

La lectura de la novela se convierte en una verdadera travesía por el tiempo y el espacio, por geografías increíbles y majestuosas. Las hermosas ilustraciones con las que cuenta la obra hacen que la lectura sea más vívida de lo normal, y tú ¿estás listo para vivir una aventura inigualable? Se dice que para viajar no hay mejor nave que un libro, y con Alejandro Hernández esto puede comprobarse.


domingo, 16 de mayo de 2021

Poema: «Todos los cielos son iguales» (Pedro Salinas)

 

Comentario valorativo sobre el poema:  «Todos los cielos son iguales» (Pedro Salinas). Por prof. Lic. Flora Aquino

En el poema del excelentísimo Pedro Salinas, puede apreciarse el tratamiento de un tema muy sublime; el de la naturaleza y la condición humana. En "Todos los cielos son iguales" queda al descubierto la fragilidad humana, esa misma fragilidad que nos hace únicos. Comparando con lo exuberante de la naturaleza nos dice que a pesar de las diferencias individuales todos al final de la vida podemos vernos con el mismo reflejo que el otro, y no me refiero al espejo tradicional, te hablo de ese largo y hermoso espejo que representa la vida. 

Salinas dice que: 

«Los cielos son iguales.

Azules, grises, negros,

se repiten encima

del naranjo o la piedra»


Los seres humanos podemos ser como el cielo, cuando muestra todo su esplendor con el azul de su tinte, o podemos ser grises, como un día largo tormentoso, o incluso negros, aislados y solitarios, pero a pesar de esas diferencias podemos ver el valor de la vida, vivirla al máximo y encontrarnos como náufragos en los cielos, distantes en lo alto de las constelaciones. No importa cuán diferente seamos todos podemos al final del día ser iguales.

A continuación, disfruta la lectura del poema: 


 Todos los cielos son iguales 

Los cielos son iguales.
Azules, grises, negros,
se repiten encima
del naranjo o la piedra:
nos acerca mirarlos.

Las estrellas suprimen,
de lejanas que son,
las distancias del mundo.
Si queremos juntarnos,
nunca mires delante:
todo lleno de abismos,
de fechas y de leguas.
Déjate bien flotar
sobre el mar o la hierba,
inmóvil, cara al cielo.

Te sentirás hundir
despacio, hacia lo alto,
en la vida del aire.

Y nos encontraremos
sobre las diferencias
invencibles, arenas,
rocas, años, ya solos,
nadadores celestes,
náufragos de los cielos. 

Pedro Salinas. La voz a ti debida (fragmento) 
Extraído de Lengua y Lit. 8. Santillana (2017). P.58.

jueves, 1 de abril de 2021

Comentario “El secreto de Paraguarí” de Alejandro Hernández y Von Eckstein Por prof. Lic. Flora Aquino

 

Comentario

“El secreto de Paraguarí”

de Alejandro Hernández y Von Eckstein

Por prof. Lic. Flora Aquino



Foto: La Nación

En la novela de Alejandro Hernández, titulada “El secreto de Paraguarí” puede apreciarse la versatilidad del escritor al sumergir al lector a una aventura asombrosa. La mayor parte de las narrativas literarias de ficción que encontramos en Paraguay se enfocan mucho en el realismo y naturalismo del contexto histórico y socio-político del país, es raro encontrar autores que tomen elementos propios de la cultura y logren atrapar al lector dentro de lo maravilloso o fantástico. Sin embargo, con la narrativa de Hernández todo esto es posible. La balanza de este autor se inclina a lo nuevo, atractivo, innovador y placentero de la literatura, y es esto justamente lo que puede apreciarse al adentrarse en el secreto que guarda la emblemática ciudad de Paraguarí.

En la novela, Jorge, es un chico adolescente que junto a su prima Claudia, su tía Alison y la magnifica experiencia de la imaginación logran retratarnos la ciudad como un lugar donde lo fenomenal puede ocurrir.

La novela empieza cuando Jorge se dispone a ir de vacaciones en la casa de la tía Alison, en Paraguarí. Ya desde el inicio tiene contacto con un viaje del tiempo, que resulta ser nada más y nada menos que el Padre José Manuel Peramás, quién posteriormente juega un papel fundamental en la historia.

Acompañando a la tía Alison, que es arqueóloga, descubren unas misteriosas inscripciones debajo de una estatua, en lo que sería una cripta ubicada en el Cerro Santo Tomás, de Paraguarí. Y a partir de este momento inicia lo más desafiante de la historia. Junto con el Padre Peramás, ellos logran encontrar una reliquia oculta desde tiempos antiguos, relacionada incluso a la famosa historia de Atlantis, el pretérito, presente y futuro logran converger al mismo tiempo cuando el libro que encuentran les permite hacer viajes en el tiempo. Saber, imaginar y creer son los tres elementos que estos intrépidos jovencitos deben aprender a dominar para ser guardines de la más grande reliquia que ha existido, y que por supuesto, se encuentra en Paraguay.

La vacación se convierte en una experiencia inolvidable, que logra transportar incluso al lector, pasando por las reducciones jesuíticas, la batalla de Paraguarí, y de nuevo al presente.

Es un libro que te enseña a confiar en ti mismo, que te abre las puertas a la imaginación, al bello mundo de lo verosímil, donde lo único que necesitas es creer para que todo se haga realidad.

La novela consta de 106 páginas y 9 capítulos. El lenguaje es claro, sencillo, fácil de entender. Predomina la narración y descripción constante de los lugares, acciones, personajes. La lectura resulta rápida, amena y atrapante. Las ilustraciones realizadas por Gerardo Baró, dan un plus a la comprensión de la historia. El producto final es una verdadera reliquia para el mundo literario.

miércoles, 31 de marzo de 2021

Análisis y Secuencia narrativa de La Católica y el Hugonote, de Nelson Aguilera Por Prof. Lic. Flora Aquino

 

Análisis y Secuencia narrativa de

La Católica y el Hugonote, de Nelson Aguilera

Por Prof. Lic. Flora Aquino


Breve introducción a la novela

Foto: ABC 


La novela presentada por el escritor paraguayo, Nelson Aguilera, presenta un contexto histórico muy marcado y cuestionado a lo largo de los tiempos, pues presenta la Europa del siglo XVI, totalmente diferente a nuestra actualidad, momento en el que se había desatado una guerra político-religiosa, no solo en Francia, sino también en España e Inglaterra. La novela que puede analizarse desde varios puntos de vista, presenta mediante el contexto histórico un mundo de ficción, verosímil donde aparece la figura de los hugonotes o protestantes, también considerados herejes por parte de la iglesia católica, hecho totalmente comprensible, pues de una u otra forma habían abandonado el credo y comenzaron a desviar a los fieles de la comunión con Dios.

En la historia, la reina francesa Catalina Médici, manda a la iglesia católica a iniciar un exterminio y persecución de los protestantes.  Recordemos que, desde tiempos pretéritos, ya en el Éxodo, Jueces, etc. Varios libros de la Biblia y en la historia en sí, las contiendas bélicas han sido el principal medio para hacer justicia. Así, que situados en el siglo XVI que presenta la historia es lógico que el exterminio haya sido de la misma forma. Lo cuestionable, ya para nuestros tiempos o el punto de reflexión, se da en razonar si la matanza de los seres humanos era la única forma de conciliar a las ovejas descarriada de la fe y asegurar el trono para Catalina Médici. Lo mismo, queda a consideración del lector.

Lo cierto es que la sed de poder de Catalina Médici hace que, tras suponerse un complot por parte de los hugonotes o protestantes, ella ordenara su persecución y exterminio, con el propósito de nunca ser apartada del trono, lo que se desencadena en varios sucesos, religiosos, políticos y sociales, que podrán evidenciarse posteriormente en la obra. Pues, los protestantes en todo momento cumplan a la iglesia de sus infortunios.

La lectura de la obra “La Católica y el hugonote”, es sin duda uno de esos libros que debemos leerlos sin prejuicios algunos, limitándonos a reflexionar sobre los acontecimientos, sabiendo que la ficcionalidad predomina en la narración.

Por otro lado, en esta lucha por la sobrevivencia, se ven atrapados Madeleine y Jean Pierre, dos jóvenes franceses que se aman desde niños, pero quiénes terminan separados por la diferencia religiosa, pues Madeleine es católica y devota a la iglesia, mientras que Jean Pierre es un protestante hugonote, que no tiene la más mínima ganas de reconciliarse con el credo católico. Ambos jóvenes se separan, y vuelven a encontrarse luego de 5 años, pero tal es el destino que todo ese amor que se profesaban termina apagándose en el ser de Jean Pierre que se enamora nuevamente de Dolores. Madeleine sufre bastante al ver que su amor ya no es correspondido, pero acepta su destino y les desea una vida feliz, pues siempre que Jean Pierre se encuentre feliz, ella también lo sería.

El destino es trágico para Madeleine, que termina muriendo en la hoguera, mientras que Jean Pierre fue libre junto a Dolores.  En cuanto a la reina Catalina Médici, también tiene su final, pues después de todo el revuelo que causara vio derrumbarse su poder y su dinastía.

 

Capítulo 1 al 64

Secuencia narrativa

Capítulo 1: La historia comienza con los vestigios de la masacre a los hugonotes.

Capítulo 2: Inicia la historia de amor entre Jean Pierre y Madeleine, ambos franceses.

Propuesta de huida de parte de Jean Pierre hacia Madeleine. Esta se niega ya que es católica y el hugonote.

Capítulo 3:  Se deja entrever el motivo de la matanza de los hugonotes. Catalina Médici es la autora intelectual de dicha masacre. Felipe II e Isabel I, estaban de acuerdo con la medida tomada en Francia, a fin de exterminar a los herejes.

Capítulo 4: Madeleine queda sufriendo por la partida de su amado, Jena Pierre.

Mientras tanto, doña Dominique, queda lamentándose por lo que se encuentra aconteciendo en Francia y la separación de su hija y Jean Pierre.

Capítulo 5: Jean Pierre se encuentra en la goleta, casi llegando a Marsella. Reflexiona sobre los sucesos ocurridos en Francia.

Capítulo 6: Las noticias de lo ocurrido en Francia se extiende hasta Europa.

Capítulo 7: Madeleine en Francia se lamenta por Jean Pierre. Va al mercado y observa que la persecución a los hugonotes o herejes continúa.

Capítulo 8: Jean Pierre llega a Marsella y se encuentra con un hombre de su misma procedencia, llamado Melquisedec, este lo orienta y luego se separan.

Capítulo 9: La reina Catalina Médici no puede conciliar el sueño por su espíritu quebrantado. Cree que los espíritus de los hugonotes son los que no la dejan tranquilas.

Capítulo 10: El tiempo pasa lentamente para Madeleine, quien vive escuchando los comentarios sobre la situación de su patria.

Capítulo 11: Jean Pierre se embarca ahora de Marsella a Sevilla. Va conociendo más de la vida.

Capítulo 12: De nuevo en París la reina consulta con los astrólogos sobre su pesadilla. Uno de los astrólogos le dice que sus propios fantasmas son los que la atormentan.

Capítulo 13: Madeleine es citada por la Inquisición para ser interrogada por ser sospechosa de haber ayudado a escapar a un hugonote o hereje.

A la par, la sensación de desasosiego perturba a la madre de Madeleine.

Capítulo 14: Jean Pierre se dirige ahora al Nuevo Mundo. A sus escasos 17 años va conociendo los peligros de la vida.

Capítulo 15: La reina Catalina Médici recibe la segunda interpretación del sueño que le atormenta. Otra vez, coincide con la predicción del primer astrólogo quien le revela que los espíritus que la persiguen no son los de los hugonotes, sino sus propios demonios. También, le revela que los hugonotes jamás podrán ser exterminados.  Al final, queda con más interrogantes que respuestas.

Capítulo 16: Madeleine va al citatorio para ser interrogada, la dejan en un calabozo. Conversa con una monja llamada Marie y queda atormentada aún más por su futuro.

Capítulo 17: Jean Pierre y otros tripulantes conversan sobre las noticias de la Inquisición. Él queda preocupado por Madeleine.

Capítulo 18: La Reina Catalina Médici manda intensificar la lucha y exterminio contra los hugonotes.

Capítulo 19: Madame Dominique se lamenta por no saber nada de su hija, Madeleine, desde que fuera al citatorio, ya que habían transcurrido 30 días.

La angustia hace que muera Madame Dominique.

Capítulo 20: La travesía en altamar es cada vez más difícil para Jean Pierre. Los alimentos comienzan a escasear. Varios tripulantes comienzan a morir por varias enfermedades.

Capítulo 21: Continúan las conspiraciones y la lucha por la sobrevivencia de los exiliados.

Capítulo 22: Por fin Madeleine es llamada para comparecer frente a la inquisición.  Antes de esto, Marie le relata sus padecimientos mientras fuera interrogada.

Capítulo 23: Las tempestades azotan al “Andalucía” en altamar y culpan a los hugonotes que se encontraban a bordo de tales fenómenos de la naturaleza, alegando que el huracán es producto de que estos hayan abandonado la fe, y se hayan convertido en herejes.

Capítulo 24: En España, Carlos V aconseja a su hijo sobre no aceptar a los herejes, quienes no comparten el credo.

Capítulo 25: Madeleine es condenada por la Inquisición a ir a un convento. A pesar de su negativa a tomar los hábitos ella termina accediendo

Capítulo 26: Jean Pierre y el holandés se encuentran naufragando en altamar, luego de que el “Andalucía” se hundiera.

Capítulo 27: Marc Giles, primo de Jean Pierre, se dirige en el London a España, hacia la nueva tierra.

Capítulo 28: Madeleine y Marie son llevadas al convento de  las “Clarisas”.

Capítulo 29: Jan y Jena Pierre son rescatados por una embarcación.

Capítulo 30: La Catalina de Médici sigue con los malos sueños, o pesadillas, y recuerda como ya su suegra era hereje anteriormente.

Capítulo 31: Madeleine y Marie son bien recibidas por las “Clarisas”. Madeleine se cuestiona si podrá aceptar esa vida y olvidar su amor hacia Jean Pierre.

Capítulo 32: Marc reconoce a su primo, Jean Pierre. Se corre la voz por todo el navío sobre el milagro de encontrarlo.

Posteriormente, empiezan a relatar cómo murieron sus familiares, etc.  Y agradecen a Dios por estar vivos.

Capítulo 33: Ya en España, el rey Felipe II se encarga de establecer y promover la religión católica, pero lo hace de una manera cuestionable, a base de amedrentamientos y temor.

Capítulo 34: Continúa la vida en el convento para Madeleine, que solo pensaba en Jean Pierre. Se acerca la fecha de Navidad, y en el convento se organiza un festejo con la recreación del nacimiento de Jesús.

Capítulo 35: Jean Pierre y su primo Marc, conversan sobre la bondad de Dios para con ellos, considerando un milagro que estén vivos.

Marc inquiere de su primo si sabe algo sobre Madeleine, este le responde que espera esté bien.

Capítulo 36:  El rey de España se siente triste y nostálgico, se pregunta que es lo que perturba su alma, a pesar de tenerlo todo.

Capítulo 37: Madeleine y Marie van de compras al mercado. Madeleine va a ver en qué se había convertido su casa y encuentra solo escombros de esta.

Madame Danielle la había denunciado a la inquisición.

Capítulo 38: Jean Pierre llega a la Isla Curazao y se predisponen junto con los demás a organizarse para distribuir las literaturas bíblicas que tenían a toda España, pues querían extender sus creencias.

Capítulo 39: Los portugueses se dedicaban a capturar a los negros para venderlos como esclavos a los españoles y que estos lo explotaran.

Capítulo 40: La celebración de la Navidad se realiza y Madeleine se siente incómoda al ver a los sacerdotes que la habían interrogado.

Capítulo 41: Jean Pierre y su primo también celebran la navidad.  Ponen en marcha un plan para continuar con los planes.

Capítulo 42: Felipe II emite la orden de arrestar a Francis Drake, por hurtar oro en Perú de la corona española. Este maldice a todos los protestantes.

Capítulo 43: Surge la propuesta para evangelizar a los indios en España, específicamente en Cartagena de Indias. Madeleine y Marie deciden ir para allí.

Capítulo 44: Pasan 5 años en la historia. Jean Pierre se encuentra en Cartagena de Indias, y se lamenta por la situación.

Capítulo 45: Madeleine y Marie zarpan rumbo al Nuevo Mundo. Ven y observan atrocidades a su paso, por lo que los ojos se les van abriendo a nuevas ideas.

Capítulo 46: Jean Pierre reflexiona sobre cómo ha vivido hasta el momento. Dolores le relata cómo se convirtió en monja.

Capítulo 47: Madeleine y Marie se acercan cada vez más a Cartagena de India. Ella recuerda constantemente a Jean Pierre.

Capítulo 48: Jean Pierre recuerda los ojos de Dolores de forma romántica. Conversa sobre la inquisición y cómo lo están descubriendo de nuevo en Cartagena de Indias.

Capítulo 49: Dolores se siente atraída hacia Jean Pierre. Sin embargo, reconoce que ese amor no es posible.

Capítulo 50: La inquisición llega a Cartagena de Indias.

Capítulo 51: Madeleine y Marie llegan a Cartagena de Indias, las recibe Dolores.

Capítulo 52: Los herejes o protestantes se preocupan por el futuro que les espera, ya que la inquisición ha llegado. Jean Pierre piensa en Dolores, y no puede huir a ningún lado pensando en la idea de abandonar a Dolores.

Capítulo 53: Los inquisidores descubren la literatura de los herejes y comienzan con los arrestos. Jena Pierre llega de Santa Fe y al observar lo que ocurre corre por su vida.

Capítulo 54: John logra escapar y le pide a Ramón que se encargue de encontrar a Jean Pierre. 

Capítulo 55: Henrry y Marc Giles son llevados a declarar. En todo momento se declaran protestantes. Son considerados por lo mismo herejes.

Capítulo 56: Jean Pierre se encuentra con Ramón, es informado sobre los infortunios de sus amigos.

Capítulo 57: Madeleine se topa con la noticia de que un Frances protestante es buscado por la inquisición, se pregunta si será Jean Pierre ese joven. Al mismo tiempo ruega al cielo que proteja a su amado.

Capítulo 58: Henrry decide encaminarse a la fe católica. Madeleine reconoce a Marc como primo de Jean Pierre. Dolores y Jean Pierre arman un plan de escape, y Dolores espera a que él ejecute lo planificado.

Capítulo 59: Jean Pierre confiesa su amor a Dolores y le pide huir con él. Madeleine los sorprende huyendo y cae en un profundo desengaño amoroso. Al final, Madeleine les desea que sean felices juntos y estos se van.

Capítulo 60: Madeleine relata lo acontecido a Marie. Dolores es denunciada a la inquisición, quienes vienen a arrestarla, pero esta ya había huido. Jean Pierre y Dolores son libres.

Capítulo 61: Henry una vez reconciliado huye de la inquisición.

Capítulo 62: La situación de perseguimiento es cada vez más insostenible ya que cualquiera que se opusiera a los designios del monarca español era castigado. La corona española surge como culpable detrás de la persecución a los protestantes.

Capítulo 63: Marc continúa preso por ser hereje. Madeleine y Marie habían comenzado a abandonar el credo y terminan muriendo en la hoguera.

Capítulo 64: Los herejes son castigados con la muerte. Entre ellos mueren Madeleine, Marie, Marc.

Hasta el final Madeleine profesa su amor a Jean Pierre, quien la había dejado y amar y ya tenía una vida junto a Dolores.

 

jueves, 9 de abril de 2020

Cómo escribir un guion teatral


¿Cómo escribir un guion teatral?

Escribir un guion no es tarea fácil, que la historia RESULTE REALMENTE ATRAPANTE, caracterizar al personaje, darle vida, crear un ambiente de tensión Y ESTo se complica mucho  más  cuando nos apremia el tiempo. 
si tienes que escribir un guion para una tarea escolar te dejo unos pasos sencillos que he recopilado de varias fuentes para que los pongas en práctica. Espero que te sea oportuno.
Prof. Lic. Flora  Aquino 


¿Cómo escribir un guion para una obra de teatro?
PASO 1- Decide la clase de historia que quieres contar
 Aunque cada historia es diferente, la mayoría de obras de teatro se dividen en categorías que ayudan al público a comprender cómo interpretar las relaciones y eventos que ven. Piensa en los personajes que quieres escribir y luego considera cómo quieres que se desarrollen sus historias.
¿Tendrán que resolver un misterio?
¿Pasarán por una serie de eventos difíciles a fin de lograr un crecimiento personal?
¿Madurarán haciendo una transición de una inocencia infantil a una experiencia sofisticada?
¿Se embarcarán en un viaje, como la peligrosa travesía de Odiseo en La Odisea?
¿Llevarán el orden al caos?
¿Superarán una serie de obstáculos para lograr un objetivo?
PASO 2 - Haz una lluvia de ideas de las partes básicas de tu arco narrativo
El arco narrativo es la progresión de la obra a través del principio, el medio y el final. Los términos técnicos para estas tres partes son exposición, tensión dramática creciente y resolución, y siempre vienen en ese orden. Independientemente de cuán larga sea tu obra o cuántos actos tenga, una buena obra de teatro desarrollará las tres piezas de este rompecabezas. Toma notas sobre cómo quieres darle cuerpo a cada una de ellas antes de sentarte a escribir tu obra.
PASO 3 – Decide lo que tiene que incluirse en la exposición
La exposición da comienzo a la obra proporcionando la información básica que se necesita para seguir la historia: ¿cuándo y dónde se lleva a cabo esta historia? ¿Quién es el personaje principal? ¿Quiénes son los personajes secundarios, incluyendo el antagonista (la persona que presenta el conflicto central para el personaje principal), si lo tienes? ¿Cuál es el conflicto central que estos personajes enfrentarán? ¿Cuál es el clima de esta obra (comedia, drama romántico, tragedia)?
PASO 4 – Haz la transición de la exposición a la tensión dramática creciente
En la tensión dramática creciente, los eventos se desarrollan de una forma que hace que las circunstancias sean más difíciles para los personajes. El conflicto central se esclarece a medida que los eventos elevan más y más la tensión del público. Este conflicto puede ser con otro personaje (el antagonista), con una condición externa (la guerra, la pobreza, la separación de un ser querido) o consigo mismo (tener que superar sus propias inseguridades, por ejemplo). La tensión dramática creciente culmina en el clímax de la historia; el momento de más alta tensión, cuando el conflicto llega a un punto crítico.
PASO 5 - Decide cómo se resolverá el conflicto
 La resolución libera la tensión del conflicto culminante para terminar el arco narrativo. Puede tener un final feliz, en donde el personaje principal obtiene lo que quiere; un final trágico, en donde el público aprende algo del fracaso del personaje principal; o un desenlace, en el que todas las preguntas se responden.
PASO 6 - Desarrolla la historia
No puedes intensificar la resonancia emocional del argumento hasta que tengas una buena historia. Responde las siguientes preguntas para hacer una lluvia de ideas para los elementos básicos de la historia antes de darles cuerpo con tu escritura:[6]
¿Dónde se lleva a cabo la historia?
¿Quién es el protagonista (el personaje principal) y quiénes son los personajes secundarios importantes?
¿Cuál es el conflicto central con el que estos personajes tendrán que lidiar?
¿Cuál es el "incidente incitante" que da inicio a la acción principal de la obra y lleva al conflicto central?
¿Qué les sucede a los personajes al lidiar con este conflicto?
¿Cómo se resuelve el conflicto al final de la historia? ¿Cómo impacta esto a los personajes?
PASO 7 - Empieza con una obra de un solo acto si eres nuevo en la escritura de obras de teatro.
 Antes de escribir la obra, debes tener una idea de cómo quieres estructurarla. Una obra de un solo acto transcurre directamente de principio a fin sin ningún intermedio y es un buen punto de partida para personas que sean nuevas en la escritura de obras de teatro. Ejemplos de obras de un solo acto son El retablo de las maravillas de Miguel de Cervantes y La boda de los pequeños burgueses de Bertolt Brecht. Aunque una obra de un solo acto tiene la estructura más simple, recuerda que todas las historias necesitan un arco narrativo con exposición, tensión dramática creciente y resolución.
Debido a que las obras de un solo acto no tienen intermedios, requieren escenarios y cambios de vestuario más simples. Mantén simples tus necesidades técnicas.
PASO 8 -Trabaja en crear un diálogo natural
Debes darles a los actores un guion sólido de forma que puedan recitar las líneas en una forma que parezca humana, real y emocionalmente poderosa. Grábate leyendo los diálogos de tu primer borrador en voz alta y luego escucha la grabación. Toma nota de los puntos en los que suenes como robot o demasiado elegante. Recuerda que, incluso en las obras teatrales literarias, los personajes tienen que sonar como personas normales. No deben sonar como si estuvieran dando discursos sofisticados cuando estén quejándose sobre su trabajo sentados a la mesa.
PASO 9 - Agrega acotaciones
Las acotaciones les permiten a los actores comprender tu visión de lo que se está desarrollando en el escenario. Usa cursiva o corchetes para distinguir las acotaciones del diálogo hablado. Si bien los actores usarán su propia licencia creativa para dar vida a tus palabras, algunas direcciones específicas que puedes dar son:
Entradas de conversación: [silencio largo e incómodo]
Acciones físicas: [Silas se pone de pie y camina de un lado a otro nerviosamente], [Margarita se muerde las uñas]
Estados emocionales: [Ansiosamente], [Con entusiasmo], [Recoge la camiseta sucia como si le repugnara]
PASO 10 - Reescribe el borrador tantas veces como sea necesario
 No vas a dar en el clavo con el primer borrador. Incluso los escritores experimentados tienen que escribir varios borradores de una obra antes de estar satisfechos con el producto final. ¡No te apresures! Con cada pasada, agrega más detalles que ayuden a darle vida a tu producción.
Incluso a medida que agregues detalles, recuerda que la tecla de suprimir puede ser tu mejor amiga. Como dice el periodista estadounidense Donald Murray, debes "cortar lo malo para revelar lo bueno". Retira todos los diálogos y eventos que no agreguen resonancia emocional a la obra.
El consejo del novelista estadounidense Elmore Leonard también aplica para obras teatrales: "Trata de quitar la parte que los lectores tiendan a omitir".
Consejos
  • La mayoría de las obras teatrales están ambientadas en épocas y lugares específicos, así que sé consistente. Un personaje en los años 30 podría hacer una llamada o enviar un telegrama, pero no podría ver televisión.
  • Asegúrate de siempre mantener la acción en movimiento. Si al realizar una presentación olvidas un diálogo, ¡invéntate uno! A veces, ¡hasta es mejor que el diálogo original!
  • Lee el guion en voz alta a un público pequeño. Las obras de teatro están basadas en las palabras, y ese poder o la falta de este se vuelve rápidamente obvio al hablarlas.
  • Escribe muchos borradores, aun cuando estés satisfecho con lo primero que escribas.
La representación teatral
 En una representación intervienen numerosas personas cumpliendo diferentes funciones: Ø Actor: su trabajo aparece en escena.
Ø Director: es el que moldea el espectáculo dramático (decodifica el texto, lo adapta según su público).
Ø Escenógrafo, vestuarista, sonidista, iluminador, etc. Un ámbito de representación privilegiado socialmente es el espacio teatral. El teatro es un edificio especialmente preparado para realizar representaciones de obras dramáticas. Las salas teatrales tienen los siguientes espacios:
 Ø Escenario: ámbito específico de la representación.
Ø Detrás del escenario (Bambalinas): allí se encuentran los soportes técnicos (decorados, música, sonido, etc.)
Ø Espacio para el público: generalmente una serie de butacas frente al escenario (platea). A veces en distintos niveles, formando un semicírculo en torno al escenario.
Teatro griego
FORMAS DEL DISCURSO TEATRAL
 El discurso dramático se caracteriza por ser doble: por un lado, manifiesta las voces de los personajes a través de los parlamentos y por el otro, presenta las marcaciones escénicas a través de las acotaciones. En el texto teatral, el dramaturgo desarrolla las acciones y hace saber al público lo que sucede a través de los parlamentos de los personajes. Para ello utiliza distintas técnicas:
Ø Diálogo: este presupone un intercambio verbal de informaciones entre los personajes que le permite al espectador conocer los acontecimientos.
Ø Monólogo: es el discurso de un personaje que no se dirige a otro, de esta menera le revela al espectador su mundo interior.
Ø Soliloquio: es una forma de monologo pero con la diferencia de que aquí el personaje habla consigo mismo.
Ø Aparte: es una explicación sobre la acción. El personaje no se encuentra solo en la escena, sino que, sin ser oído por los otros personajes, se dirige al público y le comunica una idea, una opinión o un pensamiento en relación con la escena que se está desarrollando. El dramaturgo indica, además, las marcaciones que son necesarias para la puesta en escena del texto. Se trata de indicaciones escénicas y técnicas para los actores y director de la obra. Van generalmente entre paréntesis y en un tipo distinto de tipografía. Las acotaciones no deben ser pronunciadas por los actores, ya que su finalidad es aclarar para la puesta en escena, el sentido de ciertos pasajes y facilitar la representación.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Ensayo crítico. Una lucha dialéctica del pensamiento “Abulio, el inútil”, de Irina Ráfols Por Prof. Lic. Flora Aquino


Ensayo Crítico


Una lucha dialéctica del pensamiento
Abulio, el inútil”, de Irina Ráfols
Por Prof. Lic. Flora Aquino

Es preciso estar enteros
 para poder  ver la obra acabada
de todo. Los sentidos, la inteligencia,
 y la voluntad, funcionan mejor”[1]

Para iniciar definamos la dialéctica, ya que existe variadas formas de concebirlas. Primeramente, esta es el arte de dialogar, de argumentar y  de discutir, es el método de razonamiento desarrollado a partir de principios (DRAE, 2017).  Ernest Mandel, a su vez,  señala que la dialéctica tiene un origen muy antiguo. Se le encuentra desde el alba del pensamiento filosófico, particularmente en el filósofo griego Heráclito (“todo cambia”, “todo se mueve”, “todo se transforma”; en griego: “panta rei”) y varios pensadores chinos como Kung-sun y Tai-chen. Posteriormente, fue desarrollada por el filósofo judeo-holandés Spinoza (siglo XVII). Fue llevada a su más altos niveles por la filosofía clásica alemana encarnada por Hegel,  uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos. (Mandel, 1986: 11-12).
En la concepción de Aristóteles la dialéctica se identifica con la parte de la lógica que se ocupa del estudio del razonamiento probable asociado, así, a la habilidad para argumentar, que todavía se puede observar en la filosofía de Kant, quien considera que la dialéctica es una  mera “lógica de la apariencia”.
Sin embargo, para este ensayo nos ceñiremos a la postura de Hegel, quien considera a la dialéctica como un método de conocimiento y como la expresión del devenir de la realidad (de su despliegue y realización) en la que la oposición sujeto/objeto se manifiesta como la unión de elementos opuestos en una síntesis que lleva a la comprensión de la realidad como Absoluto.
La novela, “Abulio, el inútil” de Irina Ráfols es autobiográfica. Abulio (nuestro personaje principal) va cobrando vida  mediante su propio manuscrito, donde a través de la dialéctica del pensamiento va llegando poco a poco al aprendizaje como todo un héroe problemático que es.
La autoconcepción como un filósofo innato hacen de Abulio un personaje singular, revelado contra el confinamiento que de la sociedad, el mismo afirma: “… se decía que era muy importante tener un hijo varón en la casa. Pero se les desaflojaron un poco las esperanzas depositadas en mí y las esperanzas de usarme como su seguro servidor, ya que para mí lo valioso estaba en mi espíritu, y como nadie lo veía se quejaban de que yo no hacía nada que valiera la pena. Me decían que era incapaz de hacer alguna tarea útil para la humanidad”. Abulio, demuestra que es un maestro de la imaginación y no un inútil.  Hace reconocer que pocas cosas causan tanto placer como el encuentro de uno mismo, y el autocomplacimiento de lo que somos, seres pensantes, un tanto “desvariados” pero con muchísima libertad para trazar nuestro destino.
La filosofía, para quien no la comprende resulta insípida, insulsa, un conglomerado de palabrería vana que no encuentra dónde reposar, disipándose sin importancia. 
Sin embargo, frente a esta novela se contempla la vida desde la perspectiva de un adepto a la misma, refutando lo anterior. “Abulio, el inútil” se hace reflexionar sobre el sentido de la vida guiando a través de sus páginas a esa preocupación que subyace en el ser humano (y que la filosofía aborda), que demuestra la variedad de  problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje, humanizando hasta tal grado de hacer resurgir la esperanza, como en el caso de los relatos enmarcados que encontramos en esta novela, refiriéndonos por ejemplo a la historia de la muchachita que quería morir, o conduciendo hacia la autoaceptación al refugiado que vivía lamentándose, o demostrando comprensión hacia un hombre que se cercenaba, brindando su amistad sin hacer distinciones de raza, encontrando la salvación en una vaca.
En la novela de la autora uruguaya Irina Ráfols, nos encontramos frente a una lucha dialéctica por encontrar el significado o la misión que desea transmitir una vaca, Paramecia. Pero, ¿qué significado transmite la presencia de una vaca en esta novela? En particular, la presencia de este animal y no de cualquier otro me intrigaba. Por lo mismo he argumentado principalmente dos razones para utilizar la vaca como un símbolo transcendente en el texto. Primero, apoyándonos en la cultura india, la vaca simboliza la Madre Tierra, la Naturaleza y, por extensión, la fertilidad y la abundancia. Como proveedora de leche se la considera como una madre. Además, al simbolizar la naturaleza, Paramecia representa a la misma ligada con el ambiente rural en el cual ocurre la historia; pero también se puede ver identificada a la vaca con la vida cotidiana y normal de la sociedad en la que vive insertado Abulio, una sociedad que reconoce los elementos naturales que le rodea pero que se muestra impasible a todo lo que esta le ofrece. Una sociedad que debe explotar los recursos naturales para tratar de encontrar siempre mediante el trabajo en el campo (lo único que conocen) el sentido a la vida que llevan. Así, Paramecia puede representar en esta novela tanto lo terrenal como lo celestial.
Paramecia, aporta a la novela una de los ejes fundamentales para el encuentro de uno mismo, desde que aparece todo empieza a tener otro sentido, notémoslo en la siguiente expresión: “… en ese momento, de intercambio empírico de mi sensitividad con la naturaleza, noté a una vaca rumiando solitariamente a mis espaldas y… algo comenzó a suceder”[2]. La presencia de este animal deja a nuestro personaje totalmente trastornado para los que no comprendían el diálogo que se podía dar con una vaca, o el simple hecho de que esta escogiera con quién hablar.
Abulio, entonces empieza su prédica sobre lo que el denominó “La Orden Fervorosa de la Virgen Mugiente”, fue ganando adeptos pregonando la salvación que había hallado en esta mística vaca, y comenzó a guiar a sus adeptos por ese largo camino intransitado de la conciencia, la “conciencia de nuestra propia magia, la cosmovisión anchurosa de nuestro ser, nuestra vida, nuestros sanos instintos de conservación, nuestra inteligencia oprimida, el valor de nuestra mente y el poder de la existencia”, haciendo comprender que lo que buscamos afuera en realidad está en nosotros mismo, solo que  no conocemos nada de lo que llevamos dentro.
Los hechos ocurren constantemente en un ambiente rural, primeramente en la casa familiar; luego en la estancia La Lorenza. Posteriormente, Abulio huye al monte con su amigo Horario, es aquí donde empieza a vislumbrar el encuentro con Paramecia. Luego encuentra refugio con la Sra. Judith y su marido Don Gaspar. Ahí, se convierte en el hermano Abulio y construye una padoga, fundando así una religión.
Hablemos ahora sobre la dimensión social del personaje. Lukács resalta especialmente la noción del héroe problemático. El héroe mantiene una permanente relación dialéctica con el mundo, con el entorno. En la novela este héroe llega al autoconocimiento. Para alcanzar esta meta se proponen tres caminos: el idealismo abstracto, el romanticismo de la desilusión y el aprendizaje.  Esta tercera vía se presenta como un intento de hallar una síntesis de las dos primeras y, lo que  es más importante, gracias a ella el héroe problemático alcanza la armonía con la realidad concreta y social (G. Lukás: 1963, 75-76)
Abulio, a lo largo de esta travesía deja verse como el héroe problemático. Incomprendido por una sociedad cerrada al libre pensamiento es tratado como un inútil, perezoso, vago. Encuentra en su camino la lucha por sus ideales; se  resiste a ser llevado por la corriente sin protestas; arma un sindicato; se rebela contra el orden común, consiguiendo problemas con la justicia; se desilusiona amorosamente, sufre de acontecimientos esotéricos; le es sustraído un riñón; se enfrenta a la muerte; se convierte en el hermano Abulio, luego de encontrar la salvación en una vaca; es forzado a estar en una casa de rehabilitación, tratado como un loco; se enfrenta  a la humillación de encontrársele loco ante un tribunal desvariado por supuestas alucinaciones. Sufre el dolor de perder en la muerte a Paramecia. Luego, poco a poco va encontrando el alivio en su  familia, y en Raquel, la dulce y tierna Raquel. Se da cuenta que predicaba lo que  no estaba practicando y cuando lo hace encuentra el aprendizaje a través del conocimiento. Encuentra su misión.
Las palabras de Raquel resuenan en el texto: “ahora tienes tu luz propia. Mantén eso encendido, Abulio, tu misión, la que siempre tuviste, sigue. Todos tus descubrimientos”. Abulio comprende que su luz ya no dependía de Paramecia, sino más bien, que todos tenemos luz propia. En un constante devenir de argumentos y lógica, nuestro héroe se completa al ser correspondido con el amor de Raquel, y es así como finalmente “el amor termina atando todos los cabos”, comprendiendo la frase con la que iniciábamos que “Es preciso estar enteros para poder  ver la obra acabada de todo. Los sentidos, la inteligencia, y la voluntad, funcionan mejor”
Realmente, no hay nada más que añadir a esta frase. La misma debe ser interpretada como más convenga al lector.

Ahora bien, es importante  señalar al lector que Paramecia fue real. ¿Una vaca que habla, fue real y no el producto de una desvariación mental o de la imaginación?

“[…] jamás iba a dudar que ella fue real, ¡Jamás! […]
¿Qué era Paramecia?
¡Ella era una virgen de sabiduría, una hada madrina del bosque, una  maravilla de la naturaleza! … Sin embargo, fue el ser más racional que conocí en mi vida, ella misma era bastante escéptica [..]”

Me debo a explicar que Paramecia fue real. Abulio lo entiende después de entrar en una profunda depresión. Llega a comprender que si Paramecia hubiera sido el producto de su imaginación, o de la alucinación de un loco, ella a pesar de haber muerto hubiese vuelto invocada por la locura. Pero no fue así, porque ella era real y la misión de Abulio también. Y es así, (al entender esto) como al final  él logra unir todos los pedazos de sí mismo, y hallarse (el autoconocimiento del héroe, explicado por Lukács).  Encontrar la clave para comprender a los demás, y al mundo de existencias pasajeras en una sola vida”; esa es la  lucha a la que constantemente se enfrenta Abulio, al razonamiento, a la lógica, a esa dualidad propuesta por Hegel de personaje/objeto. El objeto de Abulio siempre fue su misión de encontrarse, y fue así que a los 33 años, después de haber luchado tanto a contra viento, logra pararse firmemente sobre la tierra.
La novela termina de forma satisfactoria. Abulio logra abrir una escuela donde imparte enseñanza sobre filosofía y logra así seguir transmitiendo la libertad del yugo opresor que nos encarcela a todos, que es el desconocernos. Pero, por sobre todas las cosas completa su felicidad con su amada Raquel. Los felices para siempre con el cual deberían terminar todas las historias, y que por gracia del destino, o de los premeditados trazos de escritura, en Irina lo hallamos.



[1] “Abulio, el inútil” (2005) p.303
[2] “Abulio, el inútil”, (2005), p.94.

Comentario valorativo sobre la novela: «El cetro del Tahuantinsuyo» del escritor Alejandro Hernández y von Eckstein. Por Prof. Lic. Flora Aquino

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